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miércoles, 10 de febrero de 2010

Emilio Lemos Ortega - 1902

ANDALUCES: Emilio Lemos Ortega

Antonio Medina Molera

Fisiócrata, andaluz y miembro destacado de las Juntas Liberalistas, de Blas Infante. Nace en Constantina (Sevilla) en 1902.

Criado en una familia de la pequeña burguesía agraria -según señala Enrique Soria Medina-,Emilio Lemos convive a temprana edad con los jornaleros de su pueblo serrano siendo testigo directo de la miseria en la que se debaten y de la colonización de que son víctimas. Autodidacta,se dedica a la investigación del movimiento fisiócrata y conecta con los estudios de Flores Estrada, Senador Gómez, Argente del Castillo, etc,.identificándose con la obra del gran fisiócrata Henry George. Cuenta nuestro biografiado:

En mí adolescencia era campesino casi analfabeto. Observaba con estupor que la gente asalariada del campo trabajasen de sol a sol por el mísero jornal de dos pesetas.

Para mí era un contrasentido que enseñándonos el catecismo que todos éramos hermanos, unos pocos nadaran en la abundancia de bienes y la inmensa mayoría estuviesen en la miseria. Algo prevalecía en esta organización social mal dispuesto por los hombres. Pero no conocía ese algo disgregador de tan pésimos resultados.

En otro momento nos cuenta:”E1 salario del bracero ascendía a cinco reales. Al amanecer del día desayunaban un caldero de migas con aceite y al medio día cocido de papas, garbanzos, tocino y morcilla; al anochecer un dornillo de gazpacho.

No asistí a centros escolares -señala nuestro biografiado-.A trancas y a barrancas pude aprender a leer y a escribir pero mi ceguera intelectual era tanta como el grado de rebeldía que avasallaba a mi espíritu. Me dediqué a estudiar cuantos libros de sociología y economía cayeron en mis manos aunque en ninguno encontré una explicación racional completa de las causas y remedios de tantos males sociales.

Haciendo labor proselitista en favor del comunismo topé con un seguidor de la doctrina del filósofo y economista Henry George. Restándole horas al sueño leí su obra progreso y miseria. La incógnita de la problemática económico-social quedaba para mí desvanecida.

La transformación de mi deformada educación intelectual dio lugar a que pudiera entablar relación con la Escuela Georgista de Sevilla y con el Centro Andaluz.

El georgismo era el vivero de los andalucistas y viceversa. No he tratado en mi vida con hombres más inteligentes, ni más preparados, ni más sinceros y bondadosos, que aquellos hermanos en Andalucía. Cuando hago un recuento mental de aquellos seres me encuentro rodeado de cadáveres y me produce escalofrío.

Uno de los andalucistas que orientó la formación de Emilio Lemos fue Manuel Rufo Gíl, comerciante y asiduo al Centro Andaluz donde se reunía con Blas Infante, Rafael Ochoa Vila, Francisco Chico y Ganda, Ariza Camacho, etc., destacados andalucistas del primer tercio del siglo veinte. Con todos ellos trabó una amistad fraternal. Cuando los denominados “Centros Andaluces” se transformaron en Juntas de Liberalistas de Andalucía, Lemos es designado secretario de la Sección de Estudios Económicos en cuya responsabilidad permanece hasta 1936; va a colaborar asiduamente en diarios y revistas que se publican en la Segunda República sobre temas socioeconómicos.

Durante la guerra de 1936-39 logra salvar su vida de la matanza que diariamente Quiepo de LLano y los suyos llevan a cabo en Sevílla. Huye de la ciudad oculto en un camión en la madrugada del once de agosto. Cuando el vehículo pasaba por el kilómetro cuatro de la carretera de Carmona contempla a un lado varios cadáveres, entre los que se encuentra el de Blas Infante y otros amigos,”El terror no desapareció de mí ánimo en mucho tiempo. Viví escondido en un maizal alimentándome de mazorcas verdes durante quince o veinte días, hasta que el propietario de la finca fue localizado y fusilado en la puerta del cementerio de su pueblo”. Campo a través llega a una carretera en dirección a Sevilla: “volvía a casa resignado a ser presa de mis perseguidores. MI familia, que ignoraba el lugar donde estuve oculto, me recibió con gran alegría. Gracias a una carta dirigida a mi por la Junte de Burgos y firmada por un funcionario amigo mío, que residía en Madrid, y en la que solicitaba unos datos para la redacción de un proyecto de casas baratas salvé la vida. Mi mujer comprendió que este era el mejor salvoconducto que podía tener, como efectivamente fue así”.

Tras la Segunda Guerra Mundial, difunde soterradamente los principios económicos sustentados por las Juntas Liberalistas, indicando la devoción pero ocultando el santo. En una publícación de la que es autor y que titula Cartas de un ciudadano a la conciencia de los intelectuales, presenta un resumen de lo que fue su actividad durante los años del régimen franquista. Con la formación del Partido Socialista de Andalucía se integra junto a otros miembros de las Juntas Liberalísta y pasa a formar parte del Consejo de Redacción de la revista Andalucía Libre.

“La esperanza no la pierdo. Espero que surja alguna pléyade de jóvenes que, cansados de tantos desatinos y frustraciones, se encariñen con las normas dictadas por el sentido común, cuando pase esta calentura del socialismo dirigista que está en boga por desgracia para el bienestar general. Todo tipo de dirigismo es producto de la aberración de los sentidos. El gobierno más sano y certero para el pueblo es el que menos gobierna”.

(Entrevista en Tierra del Sur de 26 de Junio de 1976).

En su resonancia internacional es designado vicepresidente de la Unión For Land Value Taxation and Free Trade con sede en Londres, en reconocimiento de sus trabajos y preocupación por el movimiento fisiocrático.

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Emilio Lemos Ortega - 1902

miércoles, 10 de febrero de 2010

ANDALUCES: Emilio Lemos Ortega

Antonio Medina Molera

Fisiócrata, andaluz y miembro destacado de las Juntas Liberalistas, de Blas Infante. Nace en Constantina (Sevilla) en 1902.

Criado en una familia de la pequeña burguesía agraria -según señala Enrique Soria Medina-,Emilio Lemos convive a temprana edad con los jornaleros de su pueblo serrano siendo testigo directo de la miseria en la que se debaten y de la colonización de que son víctimas. Autodidacta,se dedica a la investigación del movimiento fisiócrata y conecta con los estudios de Flores Estrada, Senador Gómez, Argente del Castillo, etc,.identificándose con la obra del gran fisiócrata Henry George. Cuenta nuestro biografiado:

En mí adolescencia era campesino casi analfabeto. Observaba con estupor que la gente asalariada del campo trabajasen de sol a sol por el mísero jornal de dos pesetas.

Para mí era un contrasentido que enseñándonos el catecismo que todos éramos hermanos, unos pocos nadaran en la abundancia de bienes y la inmensa mayoría estuviesen en la miseria. Algo prevalecía en esta organización social mal dispuesto por los hombres. Pero no conocía ese algo disgregador de tan pésimos resultados.

En otro momento nos cuenta:”E1 salario del bracero ascendía a cinco reales. Al amanecer del día desayunaban un caldero de migas con aceite y al medio día cocido de papas, garbanzos, tocino y morcilla; al anochecer un dornillo de gazpacho.

No asistí a centros escolares -señala nuestro biografiado-.A trancas y a barrancas pude aprender a leer y a escribir pero mi ceguera intelectual era tanta como el grado de rebeldía que avasallaba a mi espíritu. Me dediqué a estudiar cuantos libros de sociología y economía cayeron en mis manos aunque en ninguno encontré una explicación racional completa de las causas y remedios de tantos males sociales.

Haciendo labor proselitista en favor del comunismo topé con un seguidor de la doctrina del filósofo y economista Henry George. Restándole horas al sueño leí su obra progreso y miseria. La incógnita de la problemática económico-social quedaba para mí desvanecida.

La transformación de mi deformada educación intelectual dio lugar a que pudiera entablar relación con la Escuela Georgista de Sevilla y con el Centro Andaluz.

El georgismo era el vivero de los andalucistas y viceversa. No he tratado en mi vida con hombres más inteligentes, ni más preparados, ni más sinceros y bondadosos, que aquellos hermanos en Andalucía. Cuando hago un recuento mental de aquellos seres me encuentro rodeado de cadáveres y me produce escalofrío.

Uno de los andalucistas que orientó la formación de Emilio Lemos fue Manuel Rufo Gíl, comerciante y asiduo al Centro Andaluz donde se reunía con Blas Infante, Rafael Ochoa Vila, Francisco Chico y Ganda, Ariza Camacho, etc., destacados andalucistas del primer tercio del siglo veinte. Con todos ellos trabó una amistad fraternal. Cuando los denominados “Centros Andaluces” se transformaron en Juntas de Liberalistas de Andalucía, Lemos es designado secretario de la Sección de Estudios Económicos en cuya responsabilidad permanece hasta 1936; va a colaborar asiduamente en diarios y revistas que se publican en la Segunda República sobre temas socioeconómicos.

Durante la guerra de 1936-39 logra salvar su vida de la matanza que diariamente Quiepo de LLano y los suyos llevan a cabo en Sevílla. Huye de la ciudad oculto en un camión en la madrugada del once de agosto. Cuando el vehículo pasaba por el kilómetro cuatro de la carretera de Carmona contempla a un lado varios cadáveres, entre los que se encuentra el de Blas Infante y otros amigos,”El terror no desapareció de mí ánimo en mucho tiempo. Viví escondido en un maizal alimentándome de mazorcas verdes durante quince o veinte días, hasta que el propietario de la finca fue localizado y fusilado en la puerta del cementerio de su pueblo”. Campo a través llega a una carretera en dirección a Sevilla: “volvía a casa resignado a ser presa de mis perseguidores. MI familia, que ignoraba el lugar donde estuve oculto, me recibió con gran alegría. Gracias a una carta dirigida a mi por la Junte de Burgos y firmada por un funcionario amigo mío, que residía en Madrid, y en la que solicitaba unos datos para la redacción de un proyecto de casas baratas salvé la vida. Mi mujer comprendió que este era el mejor salvoconducto que podía tener, como efectivamente fue así”.

Tras la Segunda Guerra Mundial, difunde soterradamente los principios económicos sustentados por las Juntas Liberalistas, indicando la devoción pero ocultando el santo. En una publícación de la que es autor y que titula Cartas de un ciudadano a la conciencia de los intelectuales, presenta un resumen de lo que fue su actividad durante los años del régimen franquista. Con la formación del Partido Socialista de Andalucía se integra junto a otros miembros de las Juntas Liberalísta y pasa a formar parte del Consejo de Redacción de la revista Andalucía Libre.

“La esperanza no la pierdo. Espero que surja alguna pléyade de jóvenes que, cansados de tantos desatinos y frustraciones, se encariñen con las normas dictadas por el sentido común, cuando pase esta calentura del socialismo dirigista que está en boga por desgracia para el bienestar general. Todo tipo de dirigismo es producto de la aberración de los sentidos. El gobierno más sano y certero para el pueblo es el que menos gobierna”.

(Entrevista en Tierra del Sur de 26 de Junio de 1976).

En su resonancia internacional es designado vicepresidente de la Unión For Land Value Taxation and Free Trade con sede en Londres, en reconocimiento de sus trabajos y preocupación por el movimiento fisiocrático.

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